Cambio de estado civil
Como por lo general siempre me ha gustado llevar la contraria, tras unas largas vacaciones y un aún más largo mes y medio de adaptación post-vacacional, vuelvo a retomar el blog en pleno agosto, cuando da la sensación de que hasta la mismísima internet también está cerrada por vacaciones.
Como ya anuncié, vuelvo como una mujer casada, sólo comentar, aunque suene a tópico, que todo fue mucho mejor de lo que esperábamos, y dar las gracias a los que estuvísteis allí y a los que no estuvísteis pero nos habéis felicitado antes o después.
¿En qué ha cambiado mi vida? pues lo cierto es que, aparte del libro de familia en el cajón y la alianza en mi dedo, en nada, al menos no a efectos prácticos 😉 Sí lo he notado a otros niveles, que no me voy a parar a detallar, pero por su puesto el cambio ha sido para mejor 🙂
Seguiré dando la vara por aquí tan a menudo como tenga tiempo y fuerzas, en próximas ediciones 😉
Sabes que has abandonado tu blog cuando…
Sabes que has abandonado tu blog cuando en la portada aún aparecen mayoría de entradas del año anterior estando ya en Junio del actual.
Al fin fotos
Desde hoy está disponible el enlace en la barra lateral del blog a mi cuenta de flickr, donde he colgado algunas fotos sobre todo del último mes y medio, y donde espero ir colgando más. Eso sí, no hay fotos nuestras por el tema de la privacidad y porque tampoco es que sea muy fotogénica 😉 .
Increíble pero cierto
No entiendo muy bien cómo ha ocurrido esto con las tonterías que escribo últimamente, pero el caso es que ha ocurrido:
Primavera
Hoy en teoría entra la primavera, y depués del año caluroso que llevamos, va y se presenta precisamente ahora el invierno, esto no hay quien lo entienda. Y es que hoy, en mi ciudad adoptiva ¡¡se ha puesto a nevar!!
Y me diréis: «pues menuda novedad, si está nevando en toda España», pero es que aquí, al igual que en mi ciudad natal, no nieva casi nunca, así que sí, la nieve me sorprende.
Recuerdo cuando había estaciones, cuando entre la ropa de verano y la de invierno, había que ponerse unos meses ropa de entretiempo, cuando por estas fechas comenzaban las tardes de paseos por los parques y no las primeras nieves, cuando los primeros días de sol aún no eran señal de camisetas de tirantes y pantalones pirata…
La primavera de mi infancia olía a mimosas.
¿Comentar o no comentar?
«That is the question»
Esta pregunta viene a cuento de un post publicado en «The fucking shit«, que ha traído cierto debate.
En su momento, leí el post, me gustó bastante y hasta dejé un comentario de total aprobación; ya que yo siempre agradezco que me dejéis comentarios porque hace el escribir el blog mucho más entretenido.
Tras la euforia inicial, y recapacitando sobre el tema, esto me ha llevado a preguntarme ¿por qué escribo el blog? ¿por vanidad? ¿lo escribo sólo para mí o para los demás? Pues bien, está claro que si quisiera guardarme todo lo que escribo únicamente para mí no lo colgaría en internet, pero realmente no hay necesidad de ir hostigando a la gente para que deje comentarios. Obviamente, el mundo entero no va a estar pendiente de andar comentando los blogs de las miles y miles de insignificantes personas a las que nos da por ponernos a escribir un blog, y sería absurdo andar esperando ansiosamente debates multitudinarios en cada uno de los post (por lo menos en blogs humildes como éste). Además está el hecho de comentar por comentar, y no aportar ningún tipo de opinión ni nada de nada (y también, “pa’ná es tontería”).
Así que me gustaría dejar clara una cosa, que cada uno haga lo que le dé la gana. ¿Que queréis comentar? pues comentais, ¿que no? pues nada (yo desde luego, voy a escribir lo que me apetezca y cuando me apetezca, no en función de si hay o no comentarios). Eso sí, a todos los que tengan una opinión tanto en este blog como en cualquiera que suelan leer, les animo a que no se la guarden y a que la expresen con libertad, porque esas opiniones pueden enriquecer tanto el punto de vista del autor, que puede estar muy acertado, muy equivocado o provocar total indiferencia con lo que expresa, como el de toda la gente que pase por allí y lo lea.
De los muchos gifs animados que ha creado Luther Blissett sobre este tema, os dejo el que más me ha gustado.
Escribir un blog
Hoy cumplo mi primer mes en la blogosfera, y parece que esto marcha, no sé si bien o mal, pero marcha.
Hasta que no empecé a escribir este blog no me dí cuenta de lo difícil que es, y no sólo me refiero al ejercicio imaginativo que requiere, sino también al interés que hay que poner en ello y a la enorme dificultad que supone el intentar ser objetivo y expresarse con independencia de quién pueda llegar a leer lo que has escrito.
Pero además me crea cierta inseguridad el pensar que hay unas pocas personas que dedican unos minutos de sus vidas a leer lo que yo escribo, y que pueden estar desperdiciando ese tiempo. Por eso creo que en el futuro intentaré trabajarme un poco más los post, aunque ello signifique bajar un poco el ritmo (espero que no mucho), pero como se suele decir «si no tienes nada bueno que decir, mejor no digas nada».
Internet… a ratos
Hoy quiero aprovechar este post para prevenir a todos los incautos que estén pensando en cambiarse de proveedor de internet o engancharse por primera vez para que no se les ocurra contratarlo con Ono.
No sé si esto ocurrirá en muchos sitios, pero en la zona en la que yo vivo es más que habitual que un día (o varios) nos quedemos sin internet, o que la conexión vaya tan mal que sea imposible hacer nada. Por supuesto esto siempre ocurre en los días del año en que más necesitas internet, como cuando estás esperando un e-mail urgente de algún profesor, o cuando quieres ver el último capítulo de la temporada de tu serie favorita 😉 .
Hemos realizado varias quejas telefónicas pero siempre con el mismo resultado, ese día vuelve a funcionar pero al siguiente ya no. El caso es que hay meses en los cuales de los 30 días, se puede utilizar internet la mitad.
Si por sus infraestructuras no tienen ancho de banda suficiente para todos los usuarios de la zona ¿por qué siguen dando de alta a más? Y si tienen tantos clientes, ¿no pueden mejorar su servicio con los 40€ mensuales que pagamos cada uno de nosotros?
Pero lo mejor es que cuando mi hermana, que vive en otra ciudad, empezó a tener el mismo problema con la conexión y se lo comentó a sus compañeros de trabajo, la reacción de ellos fué decirle: «Ah, sí, eso se arregla apagando el modem 4 minutos y ya está». Esto ya me pareció el colmo, ¿es que los usuarios somos gilipollas? ¿Nos tenemos que conformar con un servicio mediocre y contentarnos con que «a todo el mundo le pasa, es normal»?
Y vosotros me diréis: ¿y por qúe no te cambias si tan mal estás? Pero ahí está el mayor problema, que estoy atrapada en Ono, y ahí es donde probablemente tengan ellos su mayor negocio. Porque soy estudiante, vivo en un piso de alquiler y ni tengo teléfono, ni lo quiero poner, ni me puedo permitir pagarlo; y ni siquiera depende sólo de mí.
Así que sólo me queda aguantarme (con suerte sólo me quedan unos meses), y hacerles toda la publicidad negativa que pueda. Huid de Ono los que aún estéis a tiempo.
Introducción, presentación… o como suela decirse
Hola a todos,
Hoy estreno mi blog, no sé si alguien llegará a leerlo pero he querido poner mi granito de arena y añadir uno más a todos esos que ya flotan por la red, llenos de ideas interesantes.
¿Por qué crear un blog? Bueno, me encuentro en una etapa de cambios y de propósitos de cambio, así que creo que exponer mis reflexiones al mundo me ayudará en mi desarrollo personal.
¿Por qué llamarlo la espada de Damocles? «The sword of Damocles» (del disco «Magic & Loss«) es probablemente mi canción favorita de Lou Reed y me pareció una expresión adecuada en estos tiempos en que parece que todos vivimos con una espada pendiendo de una crin de caballo sobre nuestras cabezas, y sin siquiera darnos cuenta, como en la historia de Damocles.
Y como no me quiero poner tan profunda ya el primer día, me despido y espero que a los pocos que leais este blog, os guste.
La espada de Damocles 